¿Cuál es la función de los préstamos?

Un préstamo es la concesión de dinero por parte de uno o varios individuos, organizaciones u otras entidades a otros individuos, organizaciones, etc. El beneficiario (es decir, el prestatario) contrae una deuda y, por lo general, está obligado a pagar los intereses de esa deuda hasta que la reembolse, así como a devolver la cantidad principal prestada. 

Actuar como proveedor de préstamos es una de las principales actividades de las instituciones financieras, como los bancos y las compañías de tarjetas de crédito. 

Los particulares y las organizaciones pueden solicitar préstamos por una gran variedad de razones. Cuando la gente piensa en préstamos, normalmente sólo tiene en cuenta los préstamos para automóviles y los préstamos para viviendas. Sin embargo, los prestamistas comercializan una gran variedad de préstamos para muchos fines diferentes. 

Cada tipo de préstamo tiene sus propios riesgos y condiciones estándar, dependiendo de su función. Los prestamistas pueden estar más dispuestos a conceder ciertos tipos de préstamos que otros en función de su finalidad. 

Una de las principales funciones de los préstamos es ayudar a los prestatarios a adquirir activos. 

En el caso de los particulares, esto suele significar la compra de una propiedad o un coche o una compra grande similar. Las empresas, por su parte, tienen una gran variedad de activos que necesitan, desde equipos de fábrica hasta costosos programas y equipos informáticos. 

Tanto los individuos como las organizaciones suelen necesitar pedir préstamos para comprar estos grandes activos. 

Los préstamos de inversión se conceden específicamente para invertir en acciones, bonos u otros tipos de valores. 

Los préstamos de inversión pueden proceder de diversas fuentes. A veces, las empresas de corretaje ponen los préstamos a disposición de los inversores para que puedan comprar más valores. 

Otras veces, son los propios bancos los que conceden préstamos de inversión, especialmente a las empresas que están interesadas en crecer o en realizar adquisiciones. 

Otra función popular de los préstamos es la ayuda en la gestión de la deuda. 

La gestión de la deuda trata de reestructurar los préstamos de un individuo para que el prestatario pueda seguir haciendo pagos si tiene problemas de ingresos. 

El proceso de consolidación de la deuda suele sustituir una serie de pequeñas deudas por un gran préstamo que ofrece mejores condiciones. 

Los préstamos de consolidación de deudas, al igual que las refinanciaciones, ayudan a los prestatarios a tener su deuda bajo control. 

Los prestamistas también conceden préstamos de construcción y mejora tanto a organizaciones como a particulares. 

Es más común que las empresas, como las contratistas, busquen préstamos para la construcción de grandes proyectos. 

Los préstamos para mejoras están diseñados para ayudar a los propietarios a realizar ampliaciones en su propiedad o a reparar daños a gran escala.